LUDWIG VAN BEETHOVEN, MÚSICO A PESAR DE TODO

Por Montserrat Varela Navarro

Nacido el 17 de diciembre de 1770, en el año 2020 toda Alemania celebra su 250 aniversario de su nacimiento, a pesar de vivir prácticamente toda su vida en Viena. A pesar de su sordera, Beethoven es uno de los músicos más conocidos en todo el mundo. También a pesar de su dependencia económica de la corte de Viena, Beethoven consiguió crear un mercado de partituras y de conciertos que le dio cierta libertad económica y de creación. Y a pesar de que no se casó nunca, se enamoró de varias mujeres y puede que tuviera una hija. 

Ludwig van Beethoven

DE BONN A VIENA

Como todo el mundo sabe, Beethoven nació en Bonn. En esa época, la ciudad estaba regentada por el príncipe elector (Kurfürst) Max Franz, el hijo pequeño de la emperatriz María Teresa I de Austria. Beethoven nació en el seno de una familia burguesa, y su talento fue descubierto muy temprano. Con siete años dio su primer concierto de piano y con once tocaba el órgano de la capilla del palacio del príncipe, que hoy en día alberga la universidad. A los 21 años, el príncipe Max Franz lo recomendó en la corte de Viena.

ENTRE LA CORTE Y SU VIDA INDEPENDIENTE

Se mudó a Viena en el 1792, un año después de la muerte de Mozart, pero conoció a Haydn, que le dio clases de composición. A pesar de su fama de genio, gran parte de su éxito como músico se debe al gran dominio que tuvo en el arte de la composición y de su trabajo incansable en las partituras. En Viena, Beethoven alcanzó rápidamente la fama como virtuoso en el piano. Además de sus obligaciones como músico en la corte, fue de los primeros músicos en ofrecer (y vender él mismo) conciertos privados, y también tenía un agente, Ferdinand Ries, que vendía sus obras en diferentes regiones, sobre todo en Londres. Pero también tenía que llevar una casa y cubrir su alto tren de vida, que tenía controlado gracias a unos libros de contabilidad que todavía se conservan.

En la corte, sin embargo, no se adaptó del todo, en parte por sus costumbres rígidas y en parte porque Beethoven nunca se vio a sí mismo como servidor de la corte. Otro factor que le afectó con toda probabilidad fue la sordera. La imagen moderna que tenemos de Beethoven es la de un hombre huraño y colérico, pero hay que tener en cuenta que empezó a perder el oído justo a los 28 años, cuando se estaba labrando un camino en Viena.

LA SORDERA

Y la sordera no solo le afectó el carácter, sino que amenazaba su carrera como músico y le provocó una profunda crisis personal. Con 31 años, en 1802, escribió un primer testamento después de volver de un tratamiento que no tuvo éxito. Este testamento es de hecho una carta a sus hermanos Kaspar Karl y Johann, en la que les describía su desesperación por su creciente sordera y en la que les expresaba que iba a morir pronto.  En esto, sin embargo, se equivocó, porque todavía le quedaban 25 años más de vida. Unos años en silencio pero durante los cuales se dedicó plenamente a la composición, y que han dejado unos “Konversationshefte” (libretas de conversación) poco conocidos pero que eran su medio de comunicación, también para las compras diarias. 

Escultura de Beethoven en Viena

COMPONER EN SILENCIO

¿Cómo pudo Beethoven componer sus obras inmortales si no podía oír nada? La mayoría de las obras por las que se ha hecho famoso (ocho de sus nueve sinfonías, casi todos los cuartetos de cuerda, las grandes sonatas para piano, entre otras obras) las compuso durante sus años de sordera. La investigación actual se inclina a pensar que precisamente su sordera le permitió desarrollar una libertad interior a la hora de componer que probablemente no habría tenido si hubiera podido oír. Cuando se quedó sordo, ya era un músico profesional, por lo que dominaba la técnica a la perfección. A pesar de la tragedia personal que supuso no poder oír, justamente esta deficiencia le permitió distanciarse de las convenciones musicales de la época. Pero eso no significa que no pudiera oír sus composiciones. Las oía en su interior, como todas las personas musicales.

LA NOVENA SINFONÍA EN UN CD

Como por ejemplo su última sinfonía, estrenada en 1824, tres años antes de su muerte, que tuvo un éxito fulminante y cuya influencia dura hasta nuestros días. Su último movimiento fue una verdadera innovación para la época porque mezcla orquesta y coro y preparó el terreno para las grandes sinfonías del romanticismo del siglo XIX (Bruckner, Mahler o Dvořák, entre otros). Para la letra del coro, Beethoven eligió la poesía An die Freude de Friedrich Schiller, el gran escritor y dramaturgo del clasicismo alemán. Melodía y texto fueron declarados en 1985 el himno oficial de la Unión Europea. Y a finales de los años 70 se desarrollaron los CDs, que tienen una duración de 74 minutos y no de 60, los previstos durante su etapa de desarrollo. Pero el entonces director de Sony se dio cuenta de que 60 minutos no bastarían para albergar la Novena sinfonía entera según la interpretación más larga existente, la que grabó del director Furtwängler en 1951. Esta es la razón por la que los 74 minutos se convirtieron en estándar para todos los fabricantes.

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