CAROLA RACKETE: LA ECOLOGISTA QUE NO QUERÍA HACERSE FAMOSA

Por Montserrat Varela Navarro

Una de las personas del año 2019 fue sin duda Carola Rackete, que entonces tenía 31 años. Ecologista y con licencia como capitana de barco, en junio de 2019 fue el centro de la atención mediática y de la política europea por el rescate de 53 refugiados en alta mar. Pero Rackete no quiso esta fama ni quiere que la reduzcan a esos 21 días.

CAROLA RACKETE (Créditos de la Imagen: Creador:Paul Lovis Wagner / sea-watch.org Imagen propiedad de:Paul Lovis Wagner / sea-watch.org Derechos de autor:Paul Lovis Wagner / sea-watch.org))

ECOLOGISTA, BLANCA Y ALEMANA

Antes de esta hazaña que la llevó a la fama, Carola Rackete estudió náutica y conservación medioambiental. Su primer trabajo fue como participante en una expedición de investigación a bordo de un rompehielos en el Ártico. Antes de 2019 participó también en las protestas en contra de la tala del bosque de Hambach, que está en el estado federal de Renania del Norte-Westfalia. El bosque de Hambach es un bosque antiguo y con una gran biodiversidad, y en la actualidad solo queda un 10% del bosque originario. Justo allí, la multinacional eléctrica RWE quiere extraer carbón. Además de acciones legales en contra de la tala, desde 2012 varias asociaciones ecologistas han ocupado el bosque permanentemente.

Después de todo el alborto por el rescate en alta mar, en una de las numerosas entrevistas que le hicieron, Rackete declaró que decidió ponerse al mando del barco de rescate “Sea Watch 3” para ayudar a los desprotegidos: “Mi vida ha sido fácil, he podido frecuentar tres universidades, me gradué con 23 años. Soy blanca, alemana, nacida en un país rico y con el pasaporte correcto. Cuando me di cuenta, sentí la obligación moral de ayudar a quien no tenía las mismas oportunidades que yo”.

JUNIO DE 2019

¿Pero qué pasó en junio de 2019? Como cada año, varios grupos de refugiados que buscaban una vida mejor intentó llegar a Europa por el Mediterráneo. Cuando Carola Rackete recibió una llamada para conducir un barco de la organización Sea Watch para salvar a alguno de estos grupos de una muerte segura, estaba plantando árboles en Escocia. Pero ella se decidió por las personas. El 12 de junio de 2019 el barco que pilotaba ella rescató a unos 50 refugiados del mar y puso rumbo hacia Lampedusa, una isla que está entre Sicilia y Libia. Pero el ministro del Interior, Matteo Salvini, le denegó el acceso, de manera que el barco estuvo dando vueltas delante de la isla durante unos días mientras Italia, Alemania, Francia y tres países europeos más negociaban quién se quedaría con cuántos refugiados de ese barco. De esta manera, este rescate concreto se convirtió también en símbolo del fracaso de la política europea con los refugiados venidos de África.

SITUACIÓN DESESPERADA Y ARRESTO

Durante esos días de espera, la situación a bordo se fue deteriorando. Muchos de los refugiados estaban enfermos, y tres de ellos amenazaron con suicidarse. Ante esta situación, Carola Rackete decidió atracar en el puerto de Lampedusa el 29 de junio. Fue arrestada inmediatamente bajo arresto domiciliario, mientras recibía amenazas y Salvini la criticaba duramente por no haber acatado su prohibición.

Al final fue liberada por orden de una juez de Sicilia, que declaró que las acusaciones del gobierno italiano contra Rackete eran infundadas. Carola, inmune a todo el espectáculo en torno a ella y a activismo, volvió a Alemania, donde sigue con sus proyectos.

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DESPUÉS DE JUNIO DE 2019

En otoño de 2019 se la vio en algunas manifestaciones de Friday for Future en Berlín y también de Extinction Rebellion, que hace años que conoce y apoya. En noviembre publicó el libro “Handeln statt hoffen” (Es hora de actuar), un llamamiento a actuar con urgencia para salvar el medio ambiente ante la crisis climática que está viviendo nuestro planeta. La desobediencia al gobierno italiano la catapultó a la fama, una fama que ella no buscó y de la que huye desde entonces. En todas las entrevistas que ha concedido desde entonces, siempre subraya su compromiso con el medio ambiente y su trabajo como ecologista.

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